Una Metodología basada en la Autonomía y en la Creatividad

     La labor docente no debe ser dar una respuesta cerrada a las inquietudes del alumn@, sino favorecer que el niñ@ se haga preguntas sobre lo que ocurre a su alrededor y facilitarle los medios con los que investigar para hallar sus propias respuestas. Porque como bien dijo Ortega y Gasset "Enseña siempre a dudar de lo que enseñas"... Para ello considero de vital importancia el desarrollo de dos valores básicos que capacitan al niñ@ para investigar y pensar por sí mismo: la autonomía y la creatividad.

     Ser autónomo no es únicamente hacer las cosas solit@,  primeramente el niñ@ aprende a aceptar la ayuda de los demás y de ahí parte el interés, la atención y la imitación necesarios para ser independiente. Poco a poco será él mismo el que ayude a los demás y el que busque los recursos y habilidades pertinentes para encontrar la mejor manera de ayudar a cada cual que le necesite.

       Ser creativo es algo más que imaginar y crear mundos deseados. Es conocer diferentes mundos desde diferentes perspectivas, lenguajes o vías sensoriales.  Cuánto más variados sean esos lenguajes más amplia será la posibilidad de escoger elementos de uno u otro y combinarlos para crear esos mundos imaginarios, personales y originales.

Cuántas más vías y formas de explorar su entorno tenga el niñ@ a su disposición más rico y variado será el conocimiento que tenga sobre la realidad, es decir, cuántos más caminos tenga alguien para llegar a un destino más opciones tendrá de llegar sin bloquearse ni quedarse por el camino. 

El niñ@ ha de conocer diversos lenguajes de expresión para poder asegurarse una buena comunicación con los demás, saber con cual se encuentra más cómodo y saber elegir cual es el adecuado para cada situación

Eva Velasco Rubio