PIEZAS SUELTAS: Mil maneras de jugar

13.01.2021 17:20

  

A veces pretendemos organizar el juego de las criaturas de una manera muy alejada de su realidad. Se nos olvida que es la infancia la que viene programada para JUGAR y somos los adultos los que quitamos importancia a esta acción y por eso intentamos enseñarles. Nada más alejado de la realidad! somos nosotr@s los que tenemos que reaprender y volver a jugar porque nuestro bagaje por las responsabilidades de nuestra sociedad nos ha hecho perder esa capacidad. La infancia es experta en en JUGAR y es ella la que enseña al adulto. Así que, comprendido esto, ya hemos cambiado el chip para poder enseñarles algo a nuestras criaturas.

Lo primero en lo que nos detenemos es en que todas las criaturas de forma innata se fijan en los pequeños detalles y no en juguetes elaboradísimos, así que ¿por qué no partimos de ahí? Los pequeños detalles son los que vemos a diario en nuestro entorno como palos, piedras, cucharas, cacharritos, arena, hojas... Aunque también pueden ser juguetes y objetos ya elaborados como muñequitos, fichas de juego, carretes de hilo, cadenas... Todo lo susceptible a ser visto y llamar la atencion. Lo único que debemos hacer cómo adultos es revisar sus condiciones de seguridad e higiene (tamaño, aristas puntiagudas y/o cortantes, suciedad...) para poder ofrecérselos para jugar. Todo lo demás es cosa suya. Poco a poco serán las criaturas las que se vayan fijando en cosas más complejas e incluso elaborándolas por sí mismas, con ayuda o sin ella. Y con ayuda no me refiero a decirle a la criatura los pasos a seguir, sino que hago referencia a la segunda medida que debemos tomar como adultos: Jugar con esos objetos. Para eso ya habremos reaprendido a jugar sin juicios ni estereotipos sociales. Y siempre y cuando la criatura esté de acuerdo y seamos invitados sin obstaculizar su juego. Todo lo que se nos ocurra hacer a nosotr@s le servirá de modelo en otras ocasiones... o no...Dejaremos actuar en la criatura ese filtro natural para elegir qué utilizar y qué no en cada momento. No debemos sentirnos frustrad@s ni rechazad@s si la criatura decide no repetir algunos patrones que le ofrecemos. En definitiva, queremos que desarrolle un juego creativo y el fin de esa creatividad es adquirir un pensamiento crítico con el que saber elegir y crear nuevas vías para alcanzar soluciones y sus propias metas. Y para ello debemos dejar que el juego de nuestras criaturas fluya y potenciarlo tan puro cómo podamos sin cargas ajenas y sin objetivos complicados, solo encauzando los verdaderos deseos y motivaciones para así no tener que reaprenderlo cuando sean adultos.

Esos pequeños detalles son los que llamamos piezas sueltas y puede haber tantos como ideas existan y cosas encuentren en el entorno. Podemos hacer la prueba buscando y recogiendo en una cajita algunos elementos y jugar con ellos. Pronto tendremos un montón de cajas repletas ocupando nuestra casa o aula y, de tanto jugar y sacar conclusiones, las tendremos clasificadas como material de arte, construcción, imitación... aunque al final siempre acabarán mezcladas.

 

En el aula, además, trabajamos dos aspectos importantes con este material: el lenguaje y el sentido estético. Mediante el lenguaje oral trabajamos la presentación de cada una de las piezas sueltas y mediante su manipulación sensorial también desarrollamos otros lenguajes como el gestual y emocional (reacciones), el escrito (etiquetado: fotos y símbolos), el lógico-matemático (propiedades físicas) y el plástico (texturas, motricidad fina... intimamente relacionado con el sentido estético) Las criaturas juegan y descubren las posibilidades de las piezas sueltas a través de su propio cuerpo, a su ritmo y adecuándo sus necesidades y su momento evolutivo.

En cuanto a su sentido estético, solemos presentar el material mediante las siguientes organizaciones:

  • Invitación: cuando ofreces un material nuevo para conocerlo y crear vínculo y afinidad.
  • Provocación: cuando eliges unos materiales y los situas en el espacio con una organización, finalidad y forma concreta (a veces la finalidad elegida no corresponde con la que surge en el juego, ahí es cuando entra nuestra capacidad adulta de reflexión y cambio)
  • Instalación: Cuando aúnas una serie de materiales y les das un sentido puramente estético con la única finalidad de expresar los sentimientos. Suele ser una presentación temporal y fugaz.