JUEGO, CREATIVIDAD Y ESTÉTICA, no hay que separarlas, ni limitarlas.

30.12.2013 00:00

Porque aprender debería ser un placer, porque lo que se aprende con placer, desde el respeto por las necesidades propias, se aprende mejor. Porque nuestros niñ@s se merecen un mundo nuevo y porque la educación es la mejor arma para empezar a construirlo, la Pedagogía Blanca será, sin duda una gran ayuda.

Para mantener durante toda la infancia la creatividad con la que nacen los niños es necesario permitirles que la manifiesten, y uno de los factores, aparte de la paciencia y la aceptación, es ofrecerle un espacio donde pueda dar rienda suelta a su lado creativo.

Si miramos nuestras casas y nuestras escuelas, muchas veces nos damos cuenta de que no están preparadas para cobijar la creatividad de un niño. Conozco padres y educadores que han arreglado la habitación del bebé y sus aulas, las pintan, las decoran y lo tienen todo muy ordenado, pero… en cuanto el bebé o el niño necesitan expresar sus ideas, ¡no hay sitio! Todo está muy ordenado y  se enfadan si el niño “desordena” las cosas o hace él otras.

Ser creativo es una necesidad para cualquier ser humano, independientemente de su edad. Si los padres asimilamos esta idea y ya, desde que nace nuestro bebé, la tendremos presente, luego no nos parecerá que el niño “desordena” el espacio tan cariñosamente arreglado por nosotros. No es que al niño no le guste lo que hemos hecho nosotros, simplemente necesita aportar su granito de arena al espacio en el que vive.

¿Qué hacemos? Aparte de dejarle libertad a la hora de añadir o quitar cosas de su propia habitación y elegir juntos algunas de ellas, si es posible, también hay que dejar espacio al “caos” –  a lo que nosotros, los adultos, llamamos “caos”, que es este concepto de tener mezcladas varias cosas en un mismo rincón, aparentemente sin orden, que nos incitan a la creatividad y a conectar ideas que parecen muy alejadas en un primer momento. He visto muchos niños que tienen sus juguetes arreglados o amontonados de una forma propia, parece que no hay una razón en tenerlos así, pero luego algunos me han explicado que están juntos por motivos que, desde su punto de vista, es lógico.

También dejarles un rincón en las otras zonas comunes de la casa. En el salón, en la cocina, incluso en el baño… Podemos explicar con paciencia que algunas cosas es bueno que estén organizadas de alguna forma para poder limpiar, pero no hay que quitarles los dibujos y las pinturas, las estructuras de Lego o Playmobil, las construcciones de madera o las pequeñas maquetas que suelen inventar para jugar con sus coches o muñecas: para ellos es un orgullo que estén en el salón y de esta forma aprenden que tienen el mismo derecho a vivir en esta casa que los adultos que lo cuidan.

Ya sé que nuestro sentido estético de adultos se ve tocado por la creatividad recia que tienen los niños: tengamos en cuenta que están aprendiendo y que su sentido estético irá afinando con los años, ¡sobre todo si se le deja la oportunidad de ejercerlo a lo largo de estos años!

Por supuesto, espacio creativo no se refiere sólo al espacio físico, se refiere también al tiempo y a las actividades. Los niños pueden crear en la cocina, pueden tocar un instrumento, pueden cantar, pintar, jugar, montar una obra de teatro con muñecas, ordenar de alguna forma ciertos elementos en un rincón de una habitación, dejar sus juguetes de goma preferidos en el baño para tenerlos a mano la próxima vez, hacerse un peinado nuevo, probar una combinación de vestidos inédita…