INTEGRACIÓN SENSORIAL

    El niño aprende desde que nace en interacción con el ambiente. Sus sentidos le ofrecen toda la información que necesita sobre el medio que le rodea. Todas esas sensaciones, tanto de sentidos externos (vista, oído, gusto, olfato y tacto) como internos (sistema vestibular e interoceptivos), se organizan a nivel cerebral en las estructuras correspondientes para ofrecer al niño movimientos, acciones y conocimientos muy útiles en su vida diaria. El cerebro humano tiene una enorme plasticidad neuronal durante los seis primeros años de vida. De ahí la importancia de establecer nuevas conexiones mediante la estimulación de los sentidos durante nuestra etapa infantil. Y de ahí la importancia también de que sea esa la base de nuestra metodología en la educación infantil.

    El exceso y/o el déficit de sensaciones y la desconexión Sentido- Zona cerebral son las principales causas de futuros problemas evolutivos, de conducta, motores, emocionales...

    Por ello padres y educadores debemos facilitar y organizar equilibradamente espacios y experiencias suficientes  que favorezcan en el niño un conocimiento de su entorno que le permita desenvolverse en él con tranquilidad y eficacia adaptando sus conductas a los cambios inevitables de la vida.