EL MEJOR AULA, LA CALLE

26.08.2017 14:30

¿Cuántas veces hemos dicho y escuchado eso de que los niños se entretienen con lo más sencillo? Y sin embargo, ¿cuántas otras veces les rodeamos de juguetes y actividades "educativas" a cuál más elaborada? o ¿cuándo fue la última vez que disfrutamos a ritmo lento de las rutinas diarias, como por ejemplo de un paseo? Reflexionemos si por la calle seguimos nuestro ritmo o si de vez en cuando permitimos al niño que se detenga todo el tiempo, se entretenga con las cosas, nos enseñe y por qué no, si somos nosotros los que jugamos con esas cosas. O si, por el contrario, vamos de un lugar a otro sin prestar atención a los pequeños detalles con lo que el niño juega. Porque seamos sinceros, la mayoría de las veces somos nosotros los que elegimos dónde, con qué, con quién y cómo jugar y no ellos. Si el pequeño se detiene y se enfrasca en alguna actividad, por simple que nos parezca, no hay que ir a... sino, detenernos nosotros y observar y si nos lo permite o nos lo pide, jugar con él. Si no es posible, porque realmente tenemos que llegar a... basta con explicárselo tranquilamente. ¡¡Nos sorprenderá lo bien que nos comprenden¡¡ Y si no, podemos perder unos minutos y parar el tiempo para disfrutar de ese pequeño juego que ha encontrado... Su verdadero juego, adaptado a su momento y a su verdadero desarrollo evolutivo.

 

Porque nos equivocamos cuando decimos que hay que enseñar a los niños a jugar... son ellos los que nos enseñan. Porque el juego es la actividad innata en un niño y somos nosotros los que con el tiempo les robamos la posibilidad de saber hacerlo.

 

Dicho esto, quiero recalcar las posibilidades de la calle como entorno de juego, como "actividad educativa". Aunque bien es cierto que en los tiempos que corren la calle tiene muchos peligros, también es cierto que, extremando las medidas de seguridad necesarias y sin incurrir en que nos dominen los miedos, la calle tiene posibilidades infinitas al igual  que cualquier otro espacio. Incluso más, me atrevería a decir, como bien explican numerosos estudios actuales que nos enseñan a apreciar lo cotidiano de nuestras vidas. Ahhh¡ y que, por cierto, el frío, la lluvia y las condiciones meteorológicas no enferman, sino todo lo contrario, airean el ambiente cargado de virus y bacterias que desgraciadamente son los verdaderos portadores de enfermedades. Solo hace falta adaptar nuestra vestimenta y nuestra actividad a la época del año que corresponde.

 

Un niño en la calle es capaz de encontrar los recursos y actividades que necesita en cada momento y no necesita que nadie le diga cómo jugar con un palo, una piedra, la arena... Son los NO hagas esto los que precisamente llegan a convertirse en los peligros de jugar con ellos.

 

Aquí intentaremos poner algunos ejemplos de todo lo que desarrolla el niño en actividades diarias en la calle. Y digo intentaremos porque os reto a hacerlo vosotros tambien, ¿a qué juega tu hij@ en la calle y que aspectos de su aprendizaje desarrolla? Y si las actividades favoritas de vuestr@ hij@ se dan en el interior, pensaremos juntos cómo hacerla en la calle.

  • Romper cortezas --> estimulación sonora, relajación y concentración (mindfullness lo llaman ahora, intentadlo veréis cómo funciona) , motricidad fina cortando cada vez trocitos más pequeños y correspondencia mátemática cogiendo los pedacitos y colocándolos. Además de otras como la coordinación visomotora (ojo-mano) y la manipulación de texturas
  • Jugar con palos --> imaginación y creatividad ofreciéndole al palo diversos usos (bastón, caballo, varita..), expresión plástica, arte, motricidad fina y/o grafomotricidad dibujando con él en la arena y la capacidad matemática comparando tamaños, grosores y pesos.
  • Jugar con piedras --> motricidad gruesa y fina cogiéndolas, lanzándolas y dándolas patadas, capacidad matemática comparando pesos, tamaños, clasificándolas, estableciendo correspondencias, contándolas...
  • Pisar diferentes terrenos --> Hierba, arena, asfalto... hay un sinfín de texturas y firmezas  que descubrir. Cuestas arriba, abajo, inclinaciones dispares... cualquier reto motriz que se les pueda ocurrir.
  • Ladrillo o alcantarilla móvil --> ¿habéis oído hablar de un material educativo llamado la tabla de equilibrio?
  • Y qué decir de los trasvases, las cosquillas, los olores, los colores... de cientos de plantas que encuentren a su paso.