Difundiendo infancia

19.07.2012 16:33

Si el niño o la niña tienen la posibilidad de encontrar en la escuela la seguridad afectiva, la emoción del conocer y el placer de existir, si los educadores y las educadoras somos capaces de despertar el deseo y el placer de conocer en el niño y la niña, la escuela estará cumpliendo su fin último: ser un lugar de emoción, comunicación y desarrollo. Así podemos prepararles para que sean “investigadores” de sí mismos o mismas y aprender con placer a construir su aprendizaje. — Javier Abad

 

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